Holiiiiiiiiii
Esto es Yo en el amor, una comunidad para hablar de relaciones como lo harías con tus amigos: sin pose, con algo de humor, y a veces con un nudo en la garganta. Nada más nos falta el vinito, pienso yo.
Y miren qué curioso: arrancamos hablando de exes, de ciclos cerrados (según esto), y de esas noticias que no deberían afectarte... pero lo hacen. Porque aunque algo haya terminado, sigue siendo parte de tu historia.
Empezamos fuertecito: Cómo que “Mi ex se va a casar y algo se rompió en mí”.
Y sí, lo decimos mientras internet revive el eterno drama Justin–Hailey–Selena–Benny. Coincidencia o señal del universo, quién sabe. Pero aquí estamos.
Te leemos no juzgamos
Iniciamos con una historia que salió de aquí mismo: la redacción de Cultura Colectiva. Obviamente los nombres, situaciones y algunos detalles clave fueron cambiados para proteger la identidad de los involucrados.
Si quieres contarnos tu historia, la recibimos por DM en el Instagram de Yo en el amor, o en yoenelamor@tribu.cc o en la sección Chat dentro de Susbtack.
Mi ex se va a casar y algo se rompió en mí
Estoy bien. En serio. Estoy en una relación que me gusta mucho, con alguien que me cae bien, con quien me siento tranquila. No sé si es con quien me voy a casar, tampoco estoy presionada por saberlo. Llevamos 9 meses saliendo y la verdad la paso chido.
Pero hace unos días me enteré que mi ex de toda la vida —mi ex de prepa, mi ex de 10 años, con quien crecí, me rompí y me reconstruí— se va a casar.
Y algo se rompió en mí.
No lo digo desde el amor. Ya no siento amor por él. No lo extraño. No lo quiero de vuelta. Pero me movió. No me siento feliz por él. Me da pena admitirlo, pero me dio coraje. Me ardió. Y después me dio culpa que me ardiera.
Porque en teoría, eso ya está más que cerrado, ¿no? Terminé con él hace 3 años. Fue una relación larguísima, intensa, con muchas primeras veces y muchas últimas también. Nos cuerneamos, nos lastimamos, éramos jóvenes, no sabíamos hacer otra cosa. Pero también nos quisimos un chingo.
Y ahora, este güey que decía que casarse era una tontería antes de los 35, que ‘el matrimonio era una trampa capitalista’, se va a casar. Con alguien que conoció hace menos de dos años.
Y me cayó el veinte de que ya somos dos extraños. Que su vida siguió.
Y sí, me dolió. También porque me siento súper inmadura por sentir esto. Tengo 29 años y me sentí como de 6, viendo cómo alguien se lleva mi muñeca favorita con la que ni estaba jugando, pero igual era mía.
¿Entonces para qué me hice adulta, o qué? Si voy a seguir teniendo estos mini episodios de ego herido. Es rarísimo. Pero es lo que hay.
Traz…
Aquí entre nos
Siguiendo en el tema de los exes, tenemos una pregunta:
Glosario emocional
Para terminar, todo este asunto de los exes nos puso en el radar un temazo y en Cultura colectiva publicamos todo un artículo al respecto.
La historia de hoy nos recordó mucho al caso de Justin, Selena y Benny, que protagonizan el triángulo pop más largo de los 2010s-2020s. Entre compromisos, memes de Gollum, canciones con indirectas y unfollows misteriosos... nació el término de una especie particular de ex: el sad boys con WiFi.
Un sad boy con wi-fi es ese ex que no sabe cómo soltar. No porque te ame, sino porque no ha logrado reconfigurarse sin lo que solían tener y digamos que abusa de la libertad de expresión en redes.
No te escribe, pero ve todas tus stories. Ya no te habla, pero sube memes existenciales de despecho. Te saca la vuelta, pero postea indirectas disfrazadas de canciones casuales para ti.
El sad boy con wifi no siempre quiere volver. A veces solo quiere asegurarse de que te acuerdes de que todavía está ahí. Viendo. Sintiéndose incomprendido. A medio sanar, y siempre en línea. Todo por tu culpa… o eso cree.
Y hasta aquí llegamos
Esto fue el primer envío de Yo en el amor, esperamos que les haya gustado, que hayan conectado, que entiendan un poco mejor qué estamos haciendo aquí.
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